Unos 30 años después de la guerra final, un hombre solitario camina sobre la tierra devastada en la que se ha convertido Estados Unidos. Ciudades vacías, carreteras destrozadas, paisajes apocalípticos. No queda rastro de la civilización que existió años antes, reinando un caos sin ley: todo está repleto de pandillas que matan para robar o para alimentarse del cuerpo de sus victimas. Denzel Washington(Eli) tiene como misión llevar consigo un libro el cual se dice es la única esperanza de la humanidad. Eli se encontrará con muchas personas que intentaran detenerlo por varias razones.
Uno de los aspectos más llamativos son las escenas de acción ya que todas fueron filmadas con diferentes estilos de cámara logrando así evitar la monotonía que plaga muchas de las películas de acción actuales. Denzel Washington invirtió varios meses de duro trabajo con algunos de los mejores entrenadores de la industria para lograr la credibilidad y la fluidez de la acción que los realizadores querían, que implicaba realizar las escenas en una sola toma sin el apoyo de un doble
Como era de esperarse Denzel logra manejar el personaje de una manera excepcional y los actores secundarios cumplen su parte también. A veces llega a ser un poco frustrante no saber qué es lo que pasó que conllevo ese apocalipsis, pero la acción y los cambios de dirección de la historia compensan en cierta parte este hecho.
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