Haití I

Las tragedias nos persiguen cada día. Olas de muerte y destrucción aparecen en las noticias de cada día. La tragedia forma parte de nuestras vidas. No puedo más que solidarizarme desde este blog con las víctimas de Haití, lo que no puedo evitar es revelar toda la verdad que se esconde detrás del falso terremoto del que intentan convencernos.

La historia de Haití es la historia de un país de esclavos que se reveló e independizó enfrentándose con los grandes imperios de la época, una rebelión que comenzó con una misteriosa ceremonia celebrada por el sacerdote vudú Boukman y que les llevó a la victoria en un tiempo record y sin casi derramamiento de sangre. Su ímpetu no acabó ahí e invadieron a la vecina República Dominicana, la cual les doblaba en tamaño, población y contaba con la protección del ejército y de la armada española.

Un comienzo fulgurante que no continuo, a partir de entonces Haití fue arrasado por desgracia tras desgracia, epidemias, desastres naturales, conflictos civiles, guerras, etc. que le han perseguido hasta nuestros días. Muchos haitianos piensan que el motivo de su mala suerte tiene raíces muy profundas y que está relacionada con esa ceremonia que supuso el comienzo de su independencia. En esa ceremonia se realizaron ritos y promesas que ligarían para siempre a los haitianos a sus ancestrales orígenes africanos, pero el progreso y el desarrollo relajó los miedos y descuidó las costumbres que acabaron por perderse, fue en ese momento cuando comenzó a ir todo mal.

En todo caso, o quizás debido a esto, sus habitantes han recuperado parte de esta cultura ancestral, muchos de ellos han mantenido el conocimiento heredado de sus ancestros africanos y han conservado rituales y costumbres que resultarían turbadoras para cualquiera que no conozcan sus costumbres, el vudú y el culto a la muerte han regresado, o quizás nunca se fue, de la antigua colonia francesa, tras cada crisis el número de creyentes en estos rituales se multiplicaba, buscando una salida a la pobreza y a la desgracia.