En 1976 tras unos cuantos cortometrajes y una ópera prima titulada Dark Star, producto sci-fi de serie B que pasó sin pena ni gloria por las carteleras, un todavía desconocido director norteamericano llamado John Carpenter dio su golpe de efecto en el cine americano de género de los 70 con su segunda obra, Asalto a la Comisaria del Distrito 13 (Assault on Precint 13), primer éxito del realizador y una obra de culto dentro de una atípica raza de género policíaco poco común para la época.
La historia se sitúa en una comisaria situada en Los Ángeles, un policía se dirige al lugar para supervisar el traslado de los últimos efectivos y materiales que quedan allí, ya que la misma está por cesar sus operaciones.
A pesar de todo un camión de prisioneros pide asistencia para pasar allí la noche, pues un prisionero está gravemente enfermo. En el furgón viaja también un criminal al que apodan "Napoleón Wilson" que tiene una personalidad irónica y perspicaz y un hombre de color con un fuerte carácter.
A esta situación se añade la de un padre vengativo que ha matado a un miembro de un grupo de pandilleros local por haber matado a su hija pequeña, lo que hace que sus compañeros inicien la persecución del hombre hasta el edificio en el que quedan unos pocos agentes de policía, los reclusos y unas pocas municiones.
Todo ello con la amenaza constante desde el exterior de unos pandilleros que no se detendrán ante nada ni nadie con tal de vengar a uno de los suyos. De modo que desaparecen las etiquetas y los seres humanos se unen para sobrevivir a la amenaza que les aguarda.
Carpenter se sirve del asedio al edificio para poner a sus personajes en situaciones de supervivencia extremas, en una zona de guerra dónde ya no existen buenos o malos, policías o presos o jerarquías de ningún tipo y con ello consigue que el espectador eluda realizar juicio moralista alguno sobre los personajes (que de una manera u otra son los clásicos estereotipos) y se centre sólo en si conseguirán sobrevivir a esa noche violenta en la que están siendo atacados por una horda de pandilleros ávidos de sangre y venganza ciega.
ASALTO AL DISTRITO 13
El productor Pascal Caucheteux, presidente de la productora Why Not, tuvo la idea de actualizar la película de Carpenter en 1997, mientras producía el segundo largo de Jean-François Richet, Ma 6-T va crack-er. El productor ejecutivo Sébastien Kurt Lemercier, también de Why Not, recuerda: “Pascal estaba viendo el montaje de la película de Jean-François y le recordó a una de sus películas favoritas, Asalto a la comisaría del distrito 13. La violencia que Jean-François había capturado con la cámara tenía ese toque de película del Oeste con estilo urbano que le recordaba a la película de John Carpenter.
El fin de año en el que una comisaria va a cerrar. Nada parece que vaya a turbar la paz del lugar. Sin embargo, llega un furgón que custodia a un famoso criminal y han de pasar la noche en comisaría. un grupo de delincuentes es llevado para pasar la última noche; entre ellos, destaca Marion Bishop, un peligroso rey del crimen y asesino. Tras las campanadas, un grupo de hombres armados comienza a asediar la comisaria y a todos los que se encuentran dentro, quieren a Bishop.
Algun tiempo después Carpenter hizo una versión futurista de su pelicula, cambiando macarras por mutantes espaciales, en la poca agraciada "Fantasmas de marte", si no la veis, no os perdeis nada
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