Según esto, un terrible desastre natural ha destruido varios hospitales, los principales centros de gobierno del país y ha permitido el establecimiento de una fuerza de combate americana que dispone de un presupuesto inicial de 100 millones de dolares, una situación ideal para silenciar los hechos y borrar todas las pruebas que ponen en evidencia la realidad.
Probablemente nunca sabremos las verdaderas causas de los desórdenes públicos que sacudieron Puerto Príncipe las semanas anteriores al terremoto, la versión de los medios de comunicación del sistema tienen que ver con la falta de transparencia política de sus dirigentes y la persistencia de un régimen autoritario encubierto. Motivos que pueden ser suficientes para organizar revueltas y desórdenes, de no ser por la terrible crisis económica que ha condenado a la pobreza y al hambre a gran parte de su población, que por otra parte lleva generaciones viviendo en este régimen político. En todo caso no parece justificar los actos de violencia extrema que se registraron en las semanas anteriores al desastre.
Si sumamos estos hechos a los continuos e insistentes rumores que circulan desde hace tiempo sobre proyectos como el HAARP, estudios como el del profesor Gary Whiteford, el arma SEAL recientemente desclasificado por el gobierno de Nueva Zelanda o las recientes teorías sobre los verdaderos orígenes de los últimos seísmos en Rajastan y en China, nos encontramos con una inquietante realidad de la que nadie parece ser consciente.
¿Qué es lo que realmente se está ocultando en Haití? ¿Fue este terremoto realmente un desastre natural? ¿Cual es la verdadera conexión entre todos estos hechos extraños que suceden día tras día? ¿Qué pasó en esa zona indeterminada de Palestina que parece afectar a todo el planeta?
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